Seguro que no muchas veces te has preguntado para qué sirve que los dedos se arruguen al estar en el agua, pues es una información bastante banal que a casi nadie le importa.
Aún así es un dato curioso, y hoy os lo voy a explicar brevemente.
Para empezar, es interesante saber que los humanos y primates disponemos de nervios en la yema de los dedos que se encargan de realizar esta función, y su labor es, a fin de cuentas, conseguir un mejor agarre a pesar de la humedad.
Esto sucede porque en la piel tenemos una capa de grasa muy fina y externa denominada sebo que se encarga de repeler el agua, haciendo que resbale y no penetre en la piel; pero esta fina capa se deshace si ha estado más de cinco minutos repeliendo líquido, por lo que nuestra capa secundaria en la dermis comienza a absorber diminutas cantidades de agua que producen esta pequeña deformación en la yema de los dedos, sirviendo, en última instancia y como he mencionado anteriormente, como un mecanismo que facilita nuestra interacción con algunos objetos o situaciones.
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