¿Por qué nos rascamos?

Es inevitable que cada persona e incluso cada mamífero se rasque diariamente, pero… ¿Por qué de repente a veces nos pica el cuerpo?

Esta sensación de picor aparece solo en la superficie del tejido epitelial y llega incluso a generar una leve ansiedad, que nos advierte de cierto estímulo que la dermis interpreta como una amenaza externa, como la presencia de un insecto, u otro pequeño contacto con materia ajena al cuerpo, tal como el polvo, cabello, tela de una prenda de vestir…

Este estímulo recorre la médula espinal e informa al cerebro de la presencia de algunas pequeñas entidades ajenas en contacto con nuestra piel, así que el rascarse alivia el picor por dos motivos:

El primero y más evidente es que al pasar las uñas, dedos o manos sobre tu piel consigues que, por ejemplo, un pequeño insecto que tenías sobre tu piel se vaya a alguna otra parte, o bien que algunas células de esa zona se desprendan y se lleven con ellas el polvo que hay en contacto.

El segundo motivo es que al arañar o acariciar tu piel, activas ciertas fibras mecánicas que posee el cuerpo en cada sección de la dermis, y estas fibras envían el estímulo recibido exactamente por el mismo camino que se envía el estímulo del picor, pero sin embargo tienen preferencia al ser un estímulo «más fuerte», así que bloquea la sensación de picazón.

Además el hecho de rascarse cuando te pica siempre va acompañado de una sutil sensación de alivio al eliminar el picor.

Otro dato extra y curioso es que la necesidad de rascarse es muy sugestionable, ya que cuando el cuerpo escucha sobre la palabra picor, o ve alguna escena donde él sentiría picor, enseguida se pone alerta y envía estímulos de cualquier zona donde tengamos aunque sea un mínimo de polvo.



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