Qué difíciles son tus matemáticas Cuando intento calcular de mis labios a tus labios la distancia Y el particular radio de tu indiferencia acompaña mi ignorancia Cuando intento estudiar las curvas de tu cintura mientras subo Pero me elevas al cuadrado y yo no estoy a la altura de tu cubo Y es que yo solo soy un escritor inquieto y tú mi inalcanzable musa Y es que yo solo soy un mísero cateto y tú mi indescifrable hipotenusa Poniéndome un cero por desconocer tu teorema Poniéndome a cien por pensarte en cada poema Aún así quiero conocer el ritmo al que respiras mientras te como y te ceno; El algoritmo de tus labios mientras los coso con dientes Y calculo el coseno hasta tu vientre rozando el paraíso entre tus senos Y mordiendo la manzana que me entrega la serpiente Para despertar mañana a tu lado Multiplicándolo por el otro para dar de resultado el rectángulo de nuestra cama Sin ángulos muertos, con cálculos ciertos, certeros Donde se prende la llama de nuestros cuerpos calientes jugando con hielo. Hielo que enfría tu ombligo mientras bajo hacia tu Triángulo de las Bermudas Donde me pierdo contigo. Hielo que quema de tanto que enfría Y yo, resolviendo el problema de tu geometría Trazando rectas entre tus curvas, viéndote más distante de mí a cada paso cuando pasas Midiendo a ojo cada grado de inclinación de tu cuerpo mientras caminas tan elegante Vaciando el vaso y midiendo a piel cada grado de temperatura que aumenta en mí cuando te veo pasar... Darío (Zane) Huerta. También puedes escucharlo recitado a través de este enlace o haciendo click en la imagen de YouTube.
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