Extraída del libro: INFLUENCIA: La Psicología de la Persuasión.
Queridos mamá y papá:
Desde que vine a la universidad no os he escrito y lamento mi falta de consideración por no haberlo hecho antes. Ahora os voy a poner al día; pero antes de que sigáis leyendo os pido que os sentéis. No leáis nada más hasta que os hayáis sentado, ¿vale?
Bueno allá voy. Ahora me encuentro bastante bien tras la fractura de cráneo y la conmoción cerebral que sufrí al saltar por la ventana cuando se incendió mi residencia poco tiempo después de llegar aquí. Casi se han curado ya. Pasé tan solo dos semanas en el hospital y ahora ya casi puedo ver con normalidad; solamente me mareo y me duele la cabeza alguna vez al día.
Por suerte el incendio en la residencia y mi salto lo presenció un empleado de la gasolinera de al lado y fue él quien llamó a los bomberos y a la ambulancia. Fue también a verme al hospital y como yo no tenía donde vivir después del incendio tuvo la amabilidad de invitarme a vivir con él en su apartamento. En realidad es un sótano, pero bastante bonito. Es un chico muy bueno y estamos profundamente enamorados. Tenemos planes para casarnos. Aún no hemos fijado la fecha pero será antes de que se me empiece a notar el embarazo.
Sí, papá, mamá, estoy embarazada. Sé lo mucho que deseáis ser abuelos y también sé que acogeréis bien al niño y le daréis el mismo amor, dedicación, y cariño que me disteis a mí de niña. El motivo del retraso de la boda es que mi novio tiene una infección sin importancia que nos impide que superemos nuestro análisis de sangre prenupcial y, sin querer, me la ha contagiado.
Ahora que ya os he puesto al día de todo quiero deciros que no hubo ningún incendio en la residencia, que no he tenido ninguna conmoción cerebral, ni fractura craneal, que no ha estado en el hospital, que no estoy embarazada, ni prometida, ni contagiada, y que no tengo ningún novio. Pero sí que he sacado un suficiente en historia de los Estados Unidos y un suspenso en química y quiero que veáis estas notas con la adecuada perspectiva.
Vuestra querida hija, Sharon.
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